La crítica de José de Acosta de las injusticias en el virreinato de Perú

Resumen

Cuando José de Acosta llega a Perú enviado por el General de la Compañía de Jesús como teólogo para iluminar el trabajo de los jesuitas, el problema derivado de la duda indiana, que cuestionaba la legitimidad de la presencia de los españoles en América, parecía ya superado. Pero surgía otro: el de cómo se relacionaban los españoles con los indios y el de los abusos a que daba lugar esta relación. Acosta quiso conocer esta problemática directamente. Y ese conocimiento está a la base de su denuncia de las injusticias que se cometían, que él procuró hacer llegar al General de la Compañía, al Rey de España y a los virreyes de los territorios colonizados. Especial atención prestó a los tributos con que se gravaba a los indios. Ni sus denuncias ni sus propuestas encontraron la misma acogida en todos. Es más, le preocupaba también que el testimonio de los españoles y la predicación de los misioneros estuvieran en coherencia con sus reflexiones teológicas y morales, que fue recogiendo en sus obras más conocidas. Las dificultades que encontró a todos los niveles fueron de tal calado que terminaron afectando incluso a su salud.